¡Oh abismo de la riqueza, de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus designios e inescrutables sus caminos! En efecto, ¿quién conoció el pensamiento de Señor? O ¿quién fue su consejero? O ¿quién le dio primero que tenga derecho a la recompensa? Porque de él, por él y para él son todas las cosas. ¡A él la gloria por los siglos! Amén" Rom 11,33-35
   
  AUTOCEFALIA UNIVERSAL Y APOSTOLICA EN EL ESPIRITU DE S. BENITO ABAD Y S. IGNACIO DE LOYOLA +JOSE FERNANDO MONTOYA
  TEMA10CRISTO ESTÁ EN MEDIO
 


CATECUMENADO 10

CRISTO ESTÁ EN MEDIO DE LOS QUE SE REÚNEN EN SU NOMBRE (IGLESIA)
OBJETIVO CATEQUETICO
* Descubrir que la experiencia de fe implica experiencia comunitaria de
la fe.
* Descubrir que Cristo está en medio de los que se reunen en su
nombre.

163.P/RUPTURA: En la concha del propio egoísmo
En la experiencia humana común encontramos, por un lado, la
necesidad de la relación mutua, la búsqueda de la amistad auténtica, el
deseo de colaborar con otros. Por otro, sin embargo, nos encontramos
con la dura experiencia de la incomunicación y de la incomprensión, del
aislamiento y el repliegue sobre uno mismo, del individualismo erigido en
norma de vida. Así se establece una contradicción en el centro mismo de
la vida humana: hemos nacido para vivir juntos, pero vamos
descubriendo que, en realidad, los hombres vivimos profundamente
separados, encerrados cada uno en la concha del propio egoísmo.

164. El pecado, quiebra de una moral de alianza
La experiencia bíblica del pecado comporta siempre la experiencia de
una ruptura. Si la fe engendra una moral de alianza, el pecado produce
la división de la comunidad humana. Así, roto el orden religioso de la
vida, se rompe al mismo tiempo el orden moral, y viceversa. Rota la
alianza con Dios, se rompe también la alianza entre los hombres, y
viceversa. El segundo mandamiento es semejante al primero (Mt 22, 39).
La ruptura del orden moral supone la instalación en el propio egoísmo y
la ruptura del amor al hermano, a quien vemos (1 Jn 4, 20) y en quien
debemos descubrir al mismo Cristo (cf Mt 25, 39-40.44-45).

165.BABILONIA/JERUSALEN
Babel, Jerusalén: dos ciudades, dos experiencias frente a frente.
Babel es el nombre hebreo de Babilonia, ciudad del embrollo, ciudad
del mal, ciudad de la nada. Babilonia es en la Escritura una
ciudad-símbolo. Como Jerusalén, pero al revés. La ciudad histórica de
Babilonia cayó mucho antes del advenimiento del Nuevo Testamento.
Pero a través de ella el pueblo de Dios adquirió conciencia de un misterio
de iniquidad que está constantemente en acción aquí en la tierra:
Babilonia y Jerusalén, erguidas una frente a otra, son las dos ciudades
entre las que se reparten los hombres, la ciudad de Dios y la ciudad de
Satán.

166. El pecado deshace a Babilonia como pueblo. Lección histórica
permanente
Frente a Babel, el hombre bíblico asiste a una trascendental
experiencia histórica (Gn 11, 1-9). En definitiva, el misterio del mal
deshace a Babilonia como pueblo: al igual que Nínive, se ha complacido
en su propia fuerza (cf. Is 47, 7-8.10; 3, 7-14). Se ha erguido ante Yahvé
con soberbia e insolencia (Jr 50, 29-32; cfr. Is 14, 13-14). Ha multiplicado
los crímenes: hechicería (Is 47, 12), idolatría (Is 46, 1; Jr 51, 44-52),
crueldades de toda suerte... Ha llegado a ser verdaderamente el templo
de la malicia (Za 5, 5-11), la "ciudad de la nada» (Is 24, 10-12).

167. Babel, misterio de idolatría. Ciudad sin Dios
El relato del Génesis (/Gn/11/01-09) presenta de forma sencilla la
equivocación profunda de Babel. El pecado colectivo de Babel se
describe como una rebeldía que sigue las trazas y participa del primer
pecado del hombre: el pecado de Adán. Los hombres quieren «alcanzar
el cielo» por su propio poder, pretenden llegar a ser «como dioses»,
pero sin Dios. Babel es el símbolo de la soberbia humana, que quiere
alcanzar la plenitud de la vida, prescindiendo de Dios, de espaldas a El.
Esta pretensión involucra a Babel en una situación idolátrica, cuyas
engañosas consecuencias se manifiestan después. Mientras tanto,
Babilonia se levanta como potencia temerosa, que hace de su fuerza su
dios (Ha 1, 11).

168. Babel, misterio de confusión, de incomunicación. Ciudad del
embrollo
Rota la alianza con Dios, se rompe la alianza entre los hombres. Se
sustituye la fe por la idolatría, pero la soberbia (idolátrica) de unos
hombres que construyen su ciudad sin Dios tiene como fruto un misterio
de incomprensión, de incomunicación, de confusión: «Voy a bajar y a
confundir su lengua, de modo que uno no entienda la lengua del
prójimo» (Gn 11, 7). Los ídolos que se crea la vanidad y el egoísmo de
los hombres (cf. Sb 14, 14) impiden inexorablemente la comunicación
entre los mismos. Babel, que en realidad significa "puerta de Dios", vino
a ser paradójicamente ciudad de confusión, «la ciudad del embrollo».

169. Babel, misterio de dispersión. Ciudad desierta
La dispersión es el resultado final que completa el proceso: idolatría,
incomunicación, dispersión. "Desde allí los dispersó el Señor por la
superficie de la tierra" (Gn 11, 9). Es la hora del juicio contra toda Babel:
se ha dictado sentencia contra la ciudad del mal. Esta sentencia es
después comunicada con júbilo por los profetas (Is 21, 1-10; Jr 51,
11-12), contra la Babilonia contemporánea. Los ejércitos de Jerjes lo
ejecutarán hacia el 485 antes de Cristo. De Babilonia "no quedará piedra
sobre piedra". Babilonia viene a ser una ciudad vacía, abandonada,
evitada: una ciudad desierta, la ciudad de la nada

170. La infidelidad histórica de Jerusalén, nueva Babel. El sentido del
destierro
Por su infidelidad histórica, sin embargo, también Jerusalén ha
participado del misterioso destino de Babel. Fue necesaria la
persistencia de la catástrofe para que el pueblo y sus dirigentes
adquieran conciencia de su incurable perversión (Jr 13, 23; 16, 12-13).

171. La infidelidad histórica de Jerusalén. El anuncio de un relevo.
Pérdida de su función histórica
La "viña de Yahvé" se había convertido en un plantío bastardo y sería
después saqueada y arrancada (Is 5); la "esposa de Yahvé" se había
hecho adúltera, y sería despojada de sus arreos y duramente castigada
(Os 2; Ez 16, 38); el "pueblo elegido" se había vuelto indócil y rebelde, y
sería expulsado de su tierra y dispersado entre las naciones (Dt. 28,
63-68). Jerusalén, cabeza del Pueblo de Dios, ha olvidado su misión
histórica, por ello ha de escuchar de parte de Dios la comunicación de un
relevo: otros pueblos la sustituirán. San Pablo (cf. Rm 9, 25-26) ve
cumplida en los gentiles la profecía de Oseas: «Y en el sitio donde los
llamaban "No-es-mipueblo" les llamarán "Hijos de Dios vivo"... Me
compadeceré de "No-compadecida", y diré a "No-es-mi-pueblo": Tú eres
mi pueblo, y él dirá: Tú eres mi Dios» (Os 2, 1.25).

172. Una piedra de tropiezo, el mayor de todos los errores. Al rechazar
a Cristo, Jerusalén renuncia a la salvación
La destrucción de Jerusalén, sobre la que los Profetas hacen su
reflexión religiosa, es todavía figura que encontrará su cumplimiento en
el destino de la Jerusalén que se enfrenta a Jesús: "¡Jerusalén,
Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envian!
¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca reúne a sus
pollitos bajo las alas! Pero no habéis querido. Vuestra casa se os
quedará vacía. Os digo que no me volveréis a ver hasta el día que
exclaméis: Bendito el que viene en nombre del Señor" (Lc 13, 34-35).
"Al acercarse y ver la ciudad dijo llorando: ¡Si al menos tú
comprendieras en este dia lo que conduce a la paz! Pero, no: está
escondido a tus ojos. Llegará un día en que tus enemigos te rodearán de
trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco, te arrasarán con tus hijos
dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el
momento de mi venida" (Lc 19, 41-44).
He aquí el mayor de todos los errores históricos de Jerusalén:
rechazar la salvación que Dios le ofrece gratuitamente en Jesucristo. En
el año 70 fue arrasada y, con ella, destruido su templo (la peculiar
presencia de Dios en la Ciudad Santa).

173. Los gentiles convocados a formar el Israel de Dios
Como ocurrió en la primera destrucción, también a partir de esta
segunda se altera la función histórica de Jerusalén (Sión): ahora serán
convocados los gentiles a formar el Israel de Dios (cf. Ga 6, 16). Los
gentiles que no eran "su pueblo" serán llamados "hijos de Dios". «¿Qué
diremos, pues? -se interroga Pablo-: Que los gentiles, que no buscaban
la justicia, han hallado la justicia -la justicia de la fe-, mientras Israel,
buscando una ley de justicia, no llegó a cumplir la ley. ¿Por qué? Porque
la buscaba no en la fe, sino en las obras. Tropezaron contra la piedra de
tropiezo, como dice la Escritura: He aquí que pongo en Sión una piedra
de tropiezo y roca de escándalo; mas el que crea en él, no será
confundido» (Rm 9, 30 ss.).

174. De un resto del viejo pueblo elegido saldrá la nueva Jerusalén,
universal, sin fronteras
Dice San Pablo: «Entonces me pregunto: ¿habrá Dios desechado a su
pueblo? También yo soy israelita descendiente de Abrahán, de la tribu
de Benmajín. Dios no ha desechado al pueblo que él eligió. Recordáis
sin duda aquello que cuenta la Escritura de Elías, cómo interpelaba a
Dios en contra de Israel: Señor, "han matado a tus profetas y derrocado
tus altares; me he quedado yo solo y atentan contra mi vida." Pero, ¿qué
les responde la voz de Dios?: "Me he reservado siete mil hombres que no
han doblado la rodilla ante Baal." Pues lo mismo ahora, en nuestros días,
ha quedado un residuo escogido por pura gracia" (Rm 11, 1-5). Ese
resto será el depositario de las promesas hechas a Israel y el que
constituirá con muchos gentiles, venidos de lejos, la nueva Jerusalén.

175. La nueva Jerusalén es la Iglesia I/NUEVA-JERUSALEN
La Nueva Jerusalén es la Iglesia. La Iglesia entraña un misterio, oculto
en otro tiempo en Dios, pero hoy descubierto y en parte realizado (Ef 1,
9-10; Rm 16, 25-26). Misterio de un pueblo que posee como garantía la
ley del Espíritu, inscrita en los corazones (Rm 8, 2; Jr 31, 33-34; Ez 36,
27), aunque está todavía constituido por pecadores. Misterio de un
pueblo que viene a ser el cuerpo de Cristo resucitado (Ef 1, 22-23),
misterio desconocido en otro tiempo que supone como una "nueva
creación" (2 Co 5, 17-18; Ga 6,15), en la que se restaura la Alianza con
Dios (Rm 5, 12 ss.) y la unidad y reconciliación entre los hombres (Jn 11,
52; Ef 2, 15 ss.).

176. La Iglesia, nueva Jerusalén, fruto directo de la Pascua de Cristo
La Iglesia, Nueva Jerusalén, anti-tipo de Babel, es «lugar de
convocación» para la humanidad entera, "convocación santa" (Ex 12, 16;
Lv 23, 3; Nm 29, 1). Prefigurada en la asamblea del Horeb (Dt 4, 10), de
las estepas de Moab (Dt 31, 30) o de la tierra prometida (Js 8, 35; Jc 20,
2), la Iglesia es fruto directo de la pascua de Cristo. Los Padres repiten
con frecuencia que la Iglesia es la Nueva Eva, nacida del costado de
Cristo durante el sueño de la muerte, como Eva naciera del costado de
Adán dormido.

177. I/PENT:Pentecostés, la gran experiencia eclesial. Epoca
abierta
La Iglesia es cuerpo vivo de Cristo resucitado, porque en ella habita el
Espíritu prometido por Jesús. La presencia y experiencia del Espíritu es
el gran testimonio que la Iglesia tiene acerca de Cristo. El Espíritu se
manifiesta en acción ya el dia de pascua (Jn 20, 22), pero es el día de
Pentecostés cuando tiene lugar la gran experiencia eclesial (Hch 2, 4)
con miras al testimonio de los doce (Hch 1, y a la manifestación
pública de la Iglesia; así este dia es como la fecha del nacimiento de la
Iglesia, que, después de Pentecostés, crece rápidamente. Es importante
destacar que el día de Pentecostés, como el día de Pascua, es toda una
época que queda abierta para el mundo y que sólo alcanzará su plenitud
y consumación al fin de la historia.

178. Pentecostés, contrapunto de Babel. El Espíritu supera la división
de los hombres. Una alianza nueva
Con el acontecimiento de Pentecostés (Hch 2, 1-13) queda superada
la división de los hombres. El Espíritu se reparte en lenguas de fuego
sobre los apóstoles de modo que se oiga el evangelio en las lenguas de
todas las naciones y "toda lengua proclame" '¡Jesucristo es Señor'!, para
gloria de Dios Padre» (Flp 2, 11). Así los hombres serán reconciliados
por el lenguaje único del Espíritu, que es el amor. Pentecostés es, pues,
el contrapunto de Babel. En Pentecostés queda superada la división de
los hombres sobre la base de una Nueva Alianza inscrita en los
corazones.

179. La Iglesia, misterio de fe, de comunicación y de comunidad
Así por el Espíritu, la Iglesia es la verdadera Jerusalén, soñada por
Dios, "lugar de reunión" para la humanidad entera, anti-tipo de Babel,
cuyo misterio es diametralmente opuesto. El misterio del pecado deshace
a Babilonia como pueblo, disgrega a un pueblo que era uno. El misterio
de Pentecostés hace un solo pueblo de muchos, de gentes venidas de
todas partes: un pueblo sin fronteras, universal (Hch 2, 5-11). Si
Babilonia es misterio de idolatría, de incomunicación y de dispersión,
Pentecostés (y la Nueva Jerusalén) es misterio de fe, de comunicación y
de comunidad.

180. El cumplimiento de una promesa, el Espíritu de Dios y de Cristo
Jesús
Si el misterio de Babel radicaba en la idolatría, el misterio de
Pentecostés radica en la fe: fe en Cristo, muerto y resucitado, de quien
da testimonio la acción del Espíritu, prometido de antemano (Jn 14, 16).
"Judios y vecinos todos de Jerusalén, escuchad mis palabras y enteraos
bien de lo que pasa. Estos no están borrachos, como suponéis; no es
más que media mañana. Está sucediendo lo que dijo el profeta Joel: En
los últimos dias -dice Dios- derramaré mi Espíritu sobre todo hombre»
(Hch, 2, 14-17). Pentecostés entraña la experiencia de una nueva
Alianza, ofrecida por Dios al mundo.

181. Una alianza por encima de todas las barreras
Si el misterio de Babel conducía a la confusión y al embrollo
(«hombres de un mismo pueblo que no se entienden»), el misterio de
Pentecostés supera la división de los hombres, fruto del pecado, y
aparece una maravillosa experiencia de comunicación («gentes venidas
de cualquier parte que entran en comunicación»): «Entre nosotros hay
partos, medos y elamitas, otros vivimos en Mesopotamia, Judea,
Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y en Panfilia, en Egipto o en
la zona de Libia que limita con Cirene; algunos somos forasteros de
Roma, otros judíos o prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada
uno les oímos habiar de las maravillas de Dios en nuestra propia lengua»
(Hch 2, 9-11).

182. Un nuevo pueblo, fruto de una nueva Alianza
Si el misterio de Babel conducía finalmente a la dispersión, el misterio
de Pentecostés tiene como fruto visible el nacimiento de un pueblo, en el
que no caben fisuras. La unidad de este pueblo es católica, como se dice
desde el siglo II; está hecha para reunir todas las diversidades humanas
(Hch 10, 12 ss.; Ef 2, 14 ss.; 1 Co 12, 13; Col 3, 11; Ga 3, 28), para
adaptarse a todas las culturas (1 Co 9, 20*ss.) y abarcar al universo
entero (Mt 28, 19). Pentecostés es misterio de comunidad, con lo que
concluye el proceso inverso a Babel: fe-comunicación-comunidad. La
comunidad que surge de ahí es un Nuevo Pueblo, fruto de una Nueva
Alianza.

183.«Todos los creyentes vivían unidos»
Este Nuevo Pueblo es la Iglesia. Su primera manifestación se realiza
en la comunidad de Jerusalén, como fruto de la predicación de los
Apóstoles: «Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día
se les agregaron unos tres mil. Eran constantes en escuchar la
enseñanza de los apóstoles, en la vida común, en la fracción del pan y
en las oraciones... Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en
común; vendían posesiones y bienes y lo repartían entre todos, según la
necesidad de cada uno» (Hch 2, 41-45). Así, desde el principio, aparece
ya lo que, en el Espiritu de Jesús, serán factores constitutivos de la
comunión eclesial: la Palabra, que convoca a la comunidad en la fe (Hch
2, 41); la Eucaristía, que realiza la unidad y es signo de ella (Hch 2, 42; cf
1 Co 10, 17); el amor cristiano, que llega a la comunión de corazones y
de bienes (Hch 2, 42.44; cf 4, 32); la autoridad apostólica, como servicio
que mantiene la unidad visible de la Iglesia (Hch 2, 42; 20, 28).

186. INDIVIDUALISMO/C:
Una revisión de nuestra experiencia comunitaria de la fe
Es de destacar en amplios ambientes el carácter marcadamente
individualista de nuestra religiosidad. Es necesario promover el sentido
comunitario de la vida de fe. El Concilio Vaticano Il nos recuerda: «Quiso,
sin embargo, Dios santificar y salvar a los hombres no individualmente y
aislados entre sí, sino constituirlos en un pueblo que le conociera en
verdad y le sirviera santamente" (LG 9). La renovación constante de la
Iglesia supone también un esfuerzo de revisión de nuestra experiencia
comunitaria de la fe, según lo que dice San Pablo: «Por lo tanto, ya no
sois extranjeros ni forasteros, sino que sois conciudadanos de los santos
y miembros de la familia de Dios. Estáis edificados sobre el cimiento de
los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular.
Por él todo el edificio queda ensambLado, y se va levantando hasta
formar un templo consagrado al Señor. Por él también vosotros os váis
integrando en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu"
(Ef 2, 19-22).

187. La Iglesia, misterio abierto a nuestra experiencia. Cristo está en
medio de los que se reúnen en su nombre
En la última cena, Jesús, alzando los ojos al cielo, dijo: "Para que todos
sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también lo sean en
nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado» (Jn 17, 21).
Unidos los hombres en el misterio de Dios: he ahí el misterio de la Iglesia,
un misterio que queda abierto a nuestra experiencia, porque «donde dos
o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mt
18, 20). La presencia de Cristo en la Iglesia se realiza, de modo especial,
en el sacramento de la Eucaristía. El pan y el vino se transforman
realmente en el cuerpo y la sangre de Cristo. La Iglesia, en su misma
estructura, es radicalmente comunidad de los que están unidos entre sí,
porque participan del mismo pan que es Cristo (cf. 1 Co 10, 17; cf. Tema
55).
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PISTAS PARA LAS REUNIONES

TEMA 10. IGLESIA

1) ¿Comunicación o incomunicación? ¿Qué es lo que vives?

2) Ventana de «JOHARI». Presentación del documento. Puesta en
común: ¿A qué niveles de comunicación nos movemos? Ver ICA, Doc.
6.1.

3) Documento grupo sano-grupo enfermo. Ver ICA, Doc. 6.2. ¿Cómo
funciona nuestro grupo?
4) Babel, Jerusalén: dos ciudades, dos experiencias frente a frente.
Comentar los nn. 165-169 y 176-182: idolatría, confusión, dispersión
frente a fe, comunicación, reunión.

5) Escuchar y comentar en grupo Gn 11, 1-9 y Hch 2, 5-11: ¿Qué
significan para ti hoy?

6) ¿Has experimentado la unidad que produce la fe? Concretar
experiencias.

7) ¿Has experimentado la división que produce la idolatría? Concretar
experiencias.

8) Una revisión de nuestra experiencia comunitaria de la fe. Comentar
el n. 186.

9) C/SECTA:Documento comunidad-secta:
«Una comunidad es un grupo unido por una fe común y un mismo
ideal, cuya cohesión es la fraternidad mutua. Las comunidades están
abiertas a todo el que quiera adherirse a ellas; carecen de orgullo
colectivo, porque no se consideran superiores al resto de los hombres;
no mantienen en secreto su vida interna. La secta, por el contrario, es
una forma asociada de individualismo: el gnóstico, en efecto, está
preocupado únicamente de su salvación y seguridad personal, y la secta
está al servicio de ese individualismo, fomentándolo y protegiéndolo. Los
miembros de la secta se consideran un grupo "soteriológicamente
privilegiado", es decir, con mayores posibilidades de salvación que el
resto de los creyentes; se tienen por depositarios exclusivos de la
verdadera interpretación del cristianismo y por esperanza única de la
restauración de la verdadera Iglesia; se rodean de secreto y misterio por
no considerar a los de fuera dignos de compartir su "gnosis"
(conocimiento) y sus fórmulas salvadoras; el ingreso en la secta es difícil
y requiere superar una serie de pruebas que constituyen verdaderos
ritos de iniciación; sus componentes no realizan apostolado, sino
proselitismo, pues no les interesa atraer a los demás al cristianismo, sino
a su grupo; la vida de la secta suele estar impregnada de ritualismo
mistérico, cuyo objetivo es la propia reiteración tranquilizadora, sin
implicar compromisos con la vida cotidiana; es frecuente en ella el
puritanismo, exigiendo a sus miembros en mayor o menor grado un
apartamiento de la existencia normal; finalmente, la secta es siempre
sumamente autoritaria: el deber supremo de sus componentes es el total
sometimiento al liderazgo carismático; y el mayor delito, cualquier
desviación ideológica o práctica de las sagradas tradiciones»
(•BENZO-M MESTRE, Sobre el sentido de la vida, BAC, Madrid, 1975,
210-211). Comentario en grupo. Revisión del grupo a la luz del texto.
¿Tenemos actitudes comunitarias o actitudes sectarias?

10) CV/BAUTIZADOS Un problema actual: la
conversión de los bautizados. Comentar este texto: "El verdadero
problema es el de los bautizados, que van a misa todos los domingos y
demás fiestas de guardar, que comulgan y se confiesan más o menos
frecuentemente y que, en cuanto a estatura de fe, se han quedado
raquíticos: cristianos de toda la vida, cuya conversión es mucho más
urgente que la conversión de los no cristianos, pues la conversión de
éstos encuentra su mayor obstáculo en el testimonio negativo de los que
se dicen cristianos" (cf. L. M. PIGNATIELLO, Objettivi pastorali di una
iniziazione cristiana degli adulti in Italia, en "via, veritá e vita" 41 (1973),
50).

11) Comentar en grupo los nn. 44 y 52 de La evangelización del
mundo contemporáneo, de PABLO Vl. ¿Los vemos adecuados a
nuestros ambientes?

12) La Iglesia, misterio abierto a nuestra experiencia. Cristo está en
medio de los que se reúnen en su nombre. Poner en común experiencias
concretas.
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TEMA 10-1

OBJETIVO:
INICIACION EN LAS GRANDES EXPERIENCIAS BIBLICAS:
DESCUBRIR QUE LA EXPERIENCIA DE FE IMPLICA EXPERIENCIA
COMUNITARIA

PUNTOS CLAVE
Babel Jerusalén
* Idolatría * Fe.
* Confusión * Comunicación.
* Dispersión de un * Reunión de gentes
pueblo que estaba dispersas que no
unido. formaban pueblo.

PLAN DE LA REUNION
* información: Personas, hechos, problemas...
* Oración, salmo 87.
* Lectura Gn 11, 1-9.
* Canción apropiada.
* Lectura Hch 2, 5-11.
* Comentario: Nuestra experiencia ¿responde más a la de Babel o a la
de
de Jerusalén?
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TEMA 10-2

OBJETIVO:
INICIACION EN LAS GRANDES EXPERIENCIAS BIBLICAS: DESCUBRIR
LA
OPCION ECLESIAL POR LA LIBERTAD: AGAR >< SARA

PUNTOS CLAVE
Agar Sara
* Esclava. * Libre.
* Hijos esclavos. * Hijos libres.
* Nacidos según la naturaleza * Nacidos en virtud de la
promesa.
* Persiguen a los nacidos * Son perseguidos.
según el espíritu.
* Despido. * Herencia.

PLAN DE LA REUNION
* Información: Personas, hechos, problemas...
* Oración inicial. Canto.
* Presentación y lectura de Ga 4, 21-31.
* Comentario: Implicaciones personales y eclesiales.
* Oración, salmo 80.

 
 
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"Así que, no se gloríe nadie en los hombres, pues todo es vuestro: ... el mundo, la vida, la muerte, el presente, el futuro, todo es vuestro; y vosotros, de Cristo y Cristo de Dios" ICor 3, 21-23 Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
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